Por María Elena Aguayo Hernández.

14 de abril de 2024

 

Desde que en los grupos humanos el patriarcado se impuso a través de la violencia y la idea de la superioridad del hombre sobre la mujer, así como de la naturaleza al servicio del hombre, las guerras han sido un continuum en la Historia.

Y con la aparición del sistema capitalista se ha recrudecido esta violencia. Así,  el despojo, el extractivismo, los genocidios, los ecocidios es lo que ha vivido el planeta Tierra desde que el capitalismo se globalizó e impuso en los diversos territorios.

En la construcción de lo común es necesario visibilizar el papel histórico de la mujer.

¿Por qué?

Al igual que la madre tierra la mujer ha sido despojada.

Despojada de su papel histórico político, social, económico y cultural en el desarrollo de las diversas civilizaciones.

En lo económico, al ser relegada al cuidado de la familia el patriarca-machista le impone duros trabajos sin remuneración económica.

En lo social se le margina y se invisibiliza su papel. Ella es la que con su trabajo y organización permite que los hombres puedan asistir alimentados y aseados a sus centros de trabajo, así como también los demás miembros de la familia, a los centros educativos y/o a otras actividades que desarrollen en la sociedad.

En lo cultural-científico  se ha menospreciado su creatividad e ingenio y/o ha sido despojada de sus obras por machos violentos y celosos. Ha sido censurada y obligada a abandonar sus ideas en bien de una moral hipócrita y mojigata.

En lo político la mujer a través de la historia ha hecho valiosas contribuciones:

Desde las movilizaciones como mujeres amas de casa, para exigir dotación de servicios públicos en las colonias. Exigir la instalación de escuelas, centros de salud,…hasta mejoras en las colonias y/o comunidades. Con su participación y férrea perseverancia las mujeres han obligado a  los diversos políticos de estos y otros años a dotar de servicios y/o mejoras sociales a las colonias y/o comunidades.

En las luchas y logros sindicales la mujer siempre ha estado presente, pero el machismo, el protagonismo, la misoginia de sus pares masculinos la ha invisibilizado.

En los movimientos revolucionarios y las diversas luchas en defensa del agua-territorio el papel de la mujer  ha sido y es muy valioso. Los últimos y más emblemáticos a nivel mundial son:

  • Las mujeres zapatistas
  • Las mujeres kurdas

¿Para qué visibilizar el papel de la mujer?

Para que en lo común se vayan desaprendiendo conductas que nos confrontan y rompen los movimientos.

El machismo patriarcal así como la misoginia son conductas que se aprenden en la familia, en la colonia, en la escuela, en los centros laborales…es una cultura que la sociedad capitalista refuerza continuamente para normalizar las violencias que cotidianamente vivimos los seres humanos, nos desgastan, vivimos aislados mezquinamente individualizados y poco dispuestos a organizarnos y tomar conciencia de lo que pasa en nuestra realidad y otras realidades.

La guerra más antigua se ha ejercido en el cuerpo de las mujeres: La mujer es objeto, es la mala por ser bruja y/o indómita, es mercancía, slogan de moda, frase propagandística…

La historia humana se ha caracterizado por ser la mujer quien ha maternado sola a los hijxs; es pobre porque ha laborado largas jornadas de trabajo sin que se le remunere justamente y/o  en los hogares ni si quiera se le paga el trabajo que desarrolla aún después de las horas laboradas fuera de casa.

La tremenda jornada de trabajo le ha impedido tener derecho al ocio y a la educación.

Al ser víctima de trata y/o prostitución sufre violencia.

Y lo más cruel, que como madre buscadora es asesinada y/o amenazada.

La ley ha quedado en papel. Mucho se habla de feminismo y derechos de la mujer pero es sólo bla bla blá… Las desapariciones de mujeres y los feminicidios  hablan de una realidad que no encaja en las estadísticas ni en los discursos partidistas, ni mucho menos en los supuestos logros del sexenio presente o pasado. La realidad es otra. Las realidades que viven muchas mujeres son crueles, violentas. Son una guerra silenciosa, centenaria, milenaria.

Mujeres, hombres y otrxs debemos desaprender la cultura patriarcal-machista y misógina para poder construir espacios autogestivos, autónomos que hagan posible el común en la ciudad, en las zonas rurales. Espacios en donde rompamos con el consumismo y podamos establecer trueques sin ventaja, sin abuso,…en fin sin prácticas que nos dividan. La tolerancia no debe ser abuso. La solidaridad debe ser un caminar que nos dignifique en la defensa del agua-territorio.

Y en ese desaprender prácticas patriarcales-machistas y misóginas cada quién debe asumir su compromiso de desaprenderlas, tomando consciencia y trabajando día a día en ello.

En el desaprender, tropezaremos, nos equivocaremos y caeremos nuevamente en prácticas que nos violenten. Debemos estar conscientesde ello, pero también estar conscientes que podemos avanzar si nos empeñamos en cambiar. La Vida nos lo reclama y no podemos quitar el dedo del renglón.

¡Que lo urgente no postergue lo necesario! Despatriarcalizarnos es el camino que nos llevará a lo común.

Resistir pero a la vez construir otra forma de vida es vital ante la amenaza que representa el sistema capitalista.  Construir lo común es una necesidad.

Sin capitalismo-machista-misógino-patriarcal. Sin estados-nación que dividan a la humanidad. Sin fronteras, sin himnos nacionales, sin moneda, sin leyes que le sirvan a un sistema que depreda la Vida

¿Cómo?

En común pero visibilizando y empoderando a la mujer como un ser histórico que ha cuidado y preservado lo común: el agua, el territorio, la Vida.

 

Nos hemos escogido como compañeras

para compartir el filo de nuestras batallas

la guerra es sólo una

si la perdemos

llegará el día en que la sangre de las mujeres

cubrirá, reseca un planeta muerto

si vencemos

ya sabéis que buscamos

más allá de la historia

una relación nueva y mejor.

Audre Lorde

 

No a la guerra! Sí a la Vida!

Chiapas es México!

Alto a la genocidio en Gaza!

Ni perdón, Ni olvido.

Hasta que la dignidad y la justicia se hagan costumbre!