Por Matilde Ortuño

 

Desde el 21 de marzo del presente año, la Unión de pueblos y fraccionamientos contra el relleno sanitario y en defensa del agua sostiene un plantón a las afueras de un basurero ubicado en el pueblo nahua de San Pedro Cholula. El basurero fue destino de miles de toneladas provenientes de al menos 20 municipios de la región y de otros estados de la república. A los pueblos nahuas, el gobierno los considera un destino adecuado para llenar con desechos que posteriormente se convierten en lixiviados y materia volátil que se impregna en la tierra, se filtra a los mantos acuíferos y viaja por el aire aterrizando en las zonas de cultivo y en los pulmones de la población.

Para los pueblos originarios no ha terminado el exterminio que inició hace más de 500 años, continúa ahora con proyectos de muerte como el destinar hectáreas completas a la acumulación de basura que no se desintegrará, sólo se transformará en sustancias tóxicas altamente mortales.

De acuerdo con la organización de los pueblos nahuas, diariamente entraban al recinto 600 toneladas de basura, con lo cual se creó un montículo en forma piramidal con 30 metros de profundidad y 30 metros de altura sobre el suelo, la superficie de esta montaña de muerte es mayor a los 36 mil metros cuadrados y este año pretendían ampliarla, esto fue motivo para que los pueblos decidieran tomar la solución en sus manos.

Un día antes del día internacional del agua los pueblos acudieron al basurero para cerrarlo por su cuenta, instalaron el plantón de la resistencia contra el relleno sanitario y desde ese momento hasta la redacción del presente, se mantienen firmes.

La consigna de esta movilización es clara: ni un kilo de basura más entrará a este lugar, fuera basurero. Las exigencias dirigidas hacia el gobierno tienen que ver con el aspecto legal de la clausura definitiva, con un plan de abandono y con programas para que los habitantes tengan un mejor manejo de sus desechos y resulten innecesarios los rellenos sanitarios en los pueblos campesinos.

Sin embargo, como es sabido, el gobierno tiene que obedecer al capital y asegurar la entrada de recursos económicos a través de procesos de corrupción, por ello, decide atender a las necesidades del dueño de la empresa que representa al relleno sanitario ProFaj Hidro Limpieza cuyo dueño, Cuauhtémoc Ochoa, tiene historial de causar daños por otro basurero en su natal estado de Hidalgo. El cinismo y carácter asesino es requisito para ser parte de la política electoral de México, por ello Cuauhtémoc Ochoa es candidato a senador en su estado.

El gobierno, a través de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), es una institución que, como todas las que integran el gobierno de México, es corrupta y se dedica a justificar los daños ambientales que las empresas producen en las comunidades, les brinda de argumentos para que sigan contaminando impunemente. Así sucedió con el basurero en San Pedro Cholula, primero la PROFEPA colocó sellos de suspensión y anunció un tiempo de 15 días para regularizar todas las fallas de la empresa ProFaj en este recinto. Es evidente que esos 15 días se utilizaron para repartir dinero a quienes cambiarían en papel el “sí contamina” por el “no contamina” que se escucha en voz del Secretario de Gobernación y el Gobernador de Puebla.

Este hecho fue utilizado como justificación para comenzar la represión violenta hacia los pueblos cholultecas el pasado 30 de abril. Desde la madrugada de este día fueron retirados los sellos de clausura de PROFEPA por parte de los trabajadores de la empres ProFaj, posteriormente se hicieron presentes personas integrantes de un grupo de choque que amenazaba e intimidaba a los pobladores en resistencia. Más tarde se manifestó el aparato represor del Estado, el cumplimiento de las órdenes del patrón del gobierno de Puebla, la acción para agradar a los poderosos. Decenas de camiones recolectores de basura acompañados de patrullas que los resguardaban, se dispusieron a entrar por la fuerza al basurero de muerte para ejecutar la reapertura. Los pueblos reaccionaron de manera inmediata y organizada, cerraron los accesos hacia el basurero y comenzaron a difundir la cruenta represión.

Fue en la noche cuando se agravó la situación, ya que en uno de los bloqueos realizados por los pueblos, policía estatal y municipal hicieron uso de armas de fuego contra los pobladores, disparos a quemarropa, “tirar a matar” fue la orden. No hubo heridos de bala ni decesos, pero sí la certeza de lo que el gobierno es capaz de hacer para defender al capital.

La solidaridad de organizaciones y la difusión de medios de comunicación libres, permitió que la represión fuera conocida en vivo, la resistencia y fuerza de los pueblos evitó que se reabriera el basurero. Ahora el gobierno de Puebla amenaza con volver a usar la fuerza y con arrestar a algunos pobladores.

La alerta continúa en la región cholulteca, sin embargo, como lo mostraron el 22 de abril en la marcha contra el basurero y por la vida que realizaron en avenidas del Estado, una marcha multitudinaria con tractores, trailers, motos, bicicletas, taxis, etc., la fuerza de los pueblos, la unión de los pueblos es histórica, y seguirán demostrando que los pueblos unidos jamás serán vencidos.

La autodeterminación ejercida en los hechos es característica de los pueblos originarios, los pueblos cholultecas ya decidieron que este basurero de muerte se va y así será. El Estado y el Capital son la muerte, la lucha de los pueblos es por la vida.