Por María Elena Aguayo Hernández

Javier Modesto Moreno, un niño ñuu savi de tres años; originario de la montaña de Guerrero. Jornalero migrante, al igual que otros niños y niñas de este cruel y despiadado México que los niega y los ha negado siempre.

¿Cuántas niñas, cuántos niños de pueblos originarios migran junto con sus padres, porque el hambre es el rostro de todos los días?

El  látigo de una casta política impune y corrupta con el que lacera; a todas las niñas, y los niños.

La opulencia es para pocos que cobijados en la impunidad y la corrupción se han enquistado en el poder; que les ha colmado de dinero mal habido.

El México del “desarrollo”,  del “progreso”, de la “modernidad” es  pura imaginería, que sólo está en las mentes perversas de quienes lo tienen todo. Los que roban las vidas; los que roban las ilusiones; los que roban los sueños; de quienes viven al día y a veces ni eso alcanzan.

La realidad, las muchas realidades que vivieron y viven niñas y niños como Javier Modesto Morenos; es una realidad cruel, violenta, asesina.

Tres años tenía Javier Modesto Moreno, cuando desapareció. Días de angustia, zozobra, dolor vivieron y viven sus padres y quienes les acompañaron en su búsqueda; así como gente que siente el dolor que quema y cierra la garganta porque ¡No puede ser! Es una realidad sofocante, que vivimos todos los días.

Y entonces pienso en las niñas y  los niños de Gaza que están siendo asesinados y viviendo asediados por el ejército criminal israelí. Pero también pienso en las niñas y niños de Chiapas que están viviendo esa larga guerra criminal y silenciosa, pero no menos cruel. Que les imponen los megaproyectos.

Y la guerra también silenciosa que están viviendo todas las niñas y todos los niños de este México salvaje.

Las calles están vacías, los caminos ya no son seguros; los paisajes están siendo devorados por las actividades económicas de un sistema irracional  criminal; como lo es el sistema capitalista. Las niñas y los niños sobran, así lo ha manifestado el poder del dinero.

Las niñas y los niños no aparecen en los planes y programas de los diferentes niveles de gobierno. Si acaso sólo figuran como cifras y/o quedan como carpetas de  infanticidios, pedofilia, violación, desaparición, mal nutrición, enfermedades, discapacidades, acoso, bullying…muerte. Este es el programa de gobierno de ayer y de hoy; para las niñas y los niños de todos los rincones de México. Desprecio, racismo, clasismo.

Pero la dignidad camina en los abajo y Javier Modesto Moreno, es y será el niño jornalero que migró para mitigar el hambre y soñar. Soñar junto con sus padres por una mejor calidad de vida.

Que los sueños vuelen alto en digna rebeldía.

Que las niñas y los niños de todos los rincones del planeta tengan oportunidad de vivir.

Que las risas, los cantos, las pisadas de las niñas y niños de todos los rincones del planeta se apropien de todos los espacios del campo y de la ciudad.

¡Sí a la Vida! No a la guerra!

¡Gaza es Chiapas!

Desmilitarización de todos los grupos armados!

No a las actividades económicas del sistema capitalista!

Ni perdón! Ni olvido!

Hasta que la Dignidad y la Justicia se hagan costumbre!

 

1° de junio de 2024