La organización Huaynakana Kamatahuara Kana que en marzo había logrado que el juzgado  de Nauta reconociera al río Marañón como sujeto de derecho ahora busca que la Sala Civil de Nauta ratifique la sentencia puesto que PetroPerú, secundado por el Ministerio del Ambiente y la Autoridad Nacional del Agua, ha apelado preocupado quizá porque los pueblos tengan herramientas con que enfrentar la muerte que las actividades extractivas han instalado en uno de los lugares con mayor diversidad y de vital importancia para el equilibrio en toda el planeta.

El pueblo kukama, y las otras nacionalidades que habitan las cuenca del Marañón y sus afluentes llevan una lucha de siglos contra el extractivismo y, en los últimos 50 años, la actividad petrolera ha tenido un papel central en la destrucción de la vida y el territorio.

En la voz de Mariluz Canaquiri, es posible comprender mejor cómo se habita este verdadero paraíso destruido por las actividades extractivas y cómo su defensa es una práctica de los pueblos indígenas frente a un sistema poderoso formado por el estado, las empresas, las mafias, la alienación y el consumo.

 

La organización de mujeres kukama.

Había muchos derrames que bajaban, que manchaban el rio Marañón. Y nosotros no podíamos reclamar, no podíamos decir que la gente estaba sufriendo, enfermándose. Porque nadie nos escuchaba. Me recuerdo que el 2000 hubo un derrame muy grande en Saramuro y había ya una organización, Aidecos, con quienes formamos una comisión para viajar a la ciudad de Iquitos a hacer nuestros reclamos. Regresando de allí, hemos dicho tenemos que formar nuestra organización para poder reclamar nuestros derechos, para que las empresas puedan escucharnos la voz de las mujeres.

Nos dimos cuenta también de que no teníamos un espacio. Cuando íbamos a la reunión no podíamos opinar porque, bueno, en toda cultura para la mujer nada es fácil, la voz de la mujer no estaba considerada en una asamblea y no podíamos participar con voz y voto, por ser mujer.

Al principio ellos nos autorizaron. El presidente de Aidecos nos autorizó formar nuestra organización. Al principio. Pero después que ellos han visto que nosotras estamos creciendo ya nos han puesto obstáculos. A decir: “pero por qué están haciendo esto? Una mujer no debe estar así, reclamando; una mujer no debe estar haciendo su reunión. Las mujeres servimos para estar en la casa, en la cocina, atendiendo a los hijos, al esposo.” Bueno, todo eso.

Igual nosotras hemos seguido caminando. Y después también nos hemos asesorado y hemos leído el convenio 169 donde dice el derecho a la igualdad, que las mujeres también tenemos voces y pueden luchar por su pueblo, por su generación y defender el derecho colectivo, el derecho territorial. Todo eso hemos venido leyendo y todo eso nos ha ayudado a nosotras.
Así hemos trabajado desde antes peleando con las empresas, reclamando. Cada derrame que había, ahí estábamos nosotras. Hasta que hemos tomado la decisión de buscar aliados.

En el camino hemos encontrado mucha gente. Yo siempre digo, no todos los aliados son buenos, hay que saber analizar con quiénes vamos a trabajar. Yo personalmente he participado años con mi parroquia Santa Rita de Pasmilla. Me formé ahí, en mi parroquia. En los talleres siempre nos conducen para un bien, ser transparentes, ser honrados. Luchando por un colectivo, por tu gente, por los niños, por las mujeres, por los ancianos. Y eso, a mí, todos los talleres que yo recibí me sirvió y me sirve hasta ahora bastante.

Las mujeres decíamos, nos abrieron los ojos. Siempre habíamos pensado que no teníamos derecho antes, que no podíamos hablar, que no podíamos reclamar. Pero esto cambió y ahora lo estamos haciendo solas. Tenemos abogados que en el camino hemos encontrado, son buenos abogados, hay buena gente, tenemos buenos aliados de aquí de nuestro país. También tenemos aliados internacionales que nos están respaldando.

El mismo pueblo donde estamos, las autoridades, los apus de la comunidad, la gente que nos anima, que nos respaldan, que nos dan más ganas de seguir trabajando. Viendo que los hombres y las mujeres nos dicen, sigan adelante hermanas, sigan adelante, están haciendo buen trabajo. Eso es que nos anima mucho más. El respaldo de nuestra misma población, de nuestra misma gente nos hace sentir más fuertes. Y muy aparte de la gente de afuera que valora el trabajo también.

Nosotras estamos asentadas en el distrito de Parinari, río Marañón. Pertenecemos a la provincia Nauta. Y las comunidades no tanto estamos cercanas. somos un poco distantes.

Pero nosotros nos comunicamos. La mayoría de la población tiene su botecito, su motor. En algunas partes hay señal, en otras partes no. Pero igual la mayoría de la población van al distrito a comprar agua, a vender algún producto. Y ahí siempre nos encontramos. Buscamos la forma de poder comunicar. A veces nos subimos a los árboles. Buscamos un lugar donde da señal. Algunos vamos al puerto, como nosotros decimos, vamos al barranco a buscar señal para poder comunicar.

Porque de la ciudad vivimos lejos. Un día en lancha. En los rápidos es de 6 a 8 horas, dependiendo en qué movilidad es. Se sale a la capital del distrito en bote para tomar la movilidad porque las lanchas, los pongueros no paran en cualquier parte. No tienen un puerto en todas las comunidades. Por , en Santa Rita de Pasilla es un lugar donde las movilidades atracan para coger y dejar pasajeros.

Nosotras empezamos con 13 comunidades cuando iniciamos. Ahora somos 29, todo un distrito entero. Pero las secretarias de la directiva somos de diferentes comunidades. Por ejemplo, yo soy de Shapajilla. La vice es de Nuevo San Juan, dos secretarias son de Parinari, una es de Bolivar, y la otra es de Nuevo Arica. Así hemos conformado nuestra junta directiva de diferentes comunidades. Y entonces las que están más cerca se comunican con las que son vecinas, pero igual nos comunicamos todas. Cuando hacemos nuestras asambleas mandamos las cartitas para que la comunidad sepa y pueda participar. Así coordinamos.

 

La realidad de la vida en el Marañón

En la comunidad hay mucha necesidad. Por eso decimos, estamos olvidados. Porque lo llevan todos los productos. Lo llevan la minería, el petróleo. Por ejemplo en el rio Nanay están extrayendo bastante oro los ilegales. Los cocaleros hacen deforestación, los madereros igual. También tenemos otro tipo de amenazas; por ejemplo, la hidrovía amazónica. Ahora que está de moda los bonos de carbono. Todo el mundo piensa en la Amazonía porque aquí tenemos todas nuestras riquezas. Pero estamos viviendo en la extrema pobreza porque los gobiernos que han pasado y que están ahora dan vergüenza. Para qué quieren ser autoridad si no van a atender a su pueblo.

La gente muriéndose con anemia, los niños desnutridos y otros gozando la vida, llevando nuestros recursos naturales de acá de nuestro territorio y nunca vuelve ese presupuesto a la zona. A quién no va a indignar eso. Es indignante. Aqui en mi zona invitamos a la juventud, hemos hecho una escuela para jóvenes en derechos humanos sobre temas territoriales. Sí es cierto que la juventud sale a la ciudad y no podemos decir que no. Que salgan a prepararse a estudiar pero que vuelvan con ese conocimiento. Ya mas adelante cuando se han hecho profesionales que devuelvan a la comunidad.

Siquiera en un tallercito con las organizaciones a difundir su conocimiento y a valorar su conocimiento de dónde ha salido, de dónde ha crecido. No olvidarse nunca jamás de donde uno se sale. Siempre hay que ser humilde, prepararse y luego devolver el conocimiento a la comunidad. A mi me alegra cuando veo jóvenes porque son la esperanza. Nosotras decimos hay mucho que hace y no hay que descansar si queremos recuperar, si queremos tener esa vida plena, si queremos tener ese buen vivir hay que trabajarlo.

Ahora ya no tenemos los mijanos que teníamos hace años. Yo todavía he podido ver los mijanos, bastantes peces que surcaban por la orilla del rio. Cuando uno se salía con canoa los peces se saltaban y se quedaban atrapados en la canoa. Ahora ya no veo eso y se escuchaban a los Sunganos de toda especie que se alimentaban de los peces pequeños. Ahora ya no se ve eso. Cuántos derrames. Cada derrame que pasa se mueren los peces, se ve peces muertos que bajan por el rio, bastantes. Y todo eso desde hace mas de 50 años de explotación, ya pues ha impactado directamente a exterminar nuestros peces y nuestros sembríos también porque  cuando juntan del derrame lo ponen en la orilla y luego después viene la inundación, todo flota y de nuevo como si otra vez hubiera derrame y todo eso impacta a la tierra, a la salud de la población. Como digo yo, la gente se esté muriendo lentamente porque no sabemos ni qué tiene la gente de la comunidad. No tenemos posibilidad de ir a la ciudad a hacer un examen médico. Cuando uno se siente mal no se tiene esa posibilidad porque la ciudad queda lejos, todo cuesta. La gente de la comunidad es muy discriminada, la atención no es igual. Y mucha gente prefiere morirse, quedarse en la comunidad que salir a la ciudad. Y todo eso no nos merecemos. Como decimos, todos somos iguales, todos tenemos el mismo derecho, nadies tiene el derecho a maltratar.

Eso es lo que venimos pasando, ya no tenemos peje ahora , el pueblo kukama siempre era buen pescador, ha vivido de la pesca. Justo ahora ya no hay. Los hermanos van lejos, días, y traen un poquito de pescado. Ya no para vender sino para consumir con su familia porque ya no hay peces realmente, ya no es como de antes. El impacto es grande y la salud y la educación pésima. Por eso nosotras nos hemos organizado para reclamar esos derechos de la población de nuestra gente, de nuestros niños.

 

Para serte sincera todos los pasivos ambientales están totalmente abandonados. Todos. Las empresas no han asumido su responsabilidad donde había derrame nunca han hecho una limpieza adecuada, siempre lo juntan y lo dejan por ahí. Así no debería hacer. El gobierno debe hacer cumplir las leyes a las empresas. Cuando hay un accidente deben asumir, deben remediar a nuestros ríos a nuestro territorio, y no lo han hecho y nunca lo han hecho.

 

Defensa del territorio

Nuestros ríos son nuestro territorio. Pertenecen a nuestro territorio y defender ese territorio, ese río sagrado que nosotros lo consideramos es defender nuestra propia vida. Defender la vida de nuestra población, defender la vida de los niños y de los que van a venir, la generación de nuestros nietos. Entonces queremos que esa nueva generación conozca el trabajo que estamos haciendo, lo valoren, para que no se dejen quitar de otras empresas transnacionales, para que también ellos tengan una vida digna. Como se dice el bien vivir.

Quisiéramos nosotras que nuestras generaciones no sufran. Tengan ese territorio grande, el territorio es parte de la vida porque sin el territorio no podemos tener nuestras labranzas, no podemos sembrar y cosechar para uno alimentarse y vender también para la gente de la ciudad. Porque si la gente del campo no sembraría no trabajaría entonces ¿qué seria el alimento de la gente de la ciudad?

Y muchas veces la gente de la ciudad no valora, no respeta, a veces nos dicen que somos antidesarrollo, intransigentes los pueblos originarios. Si no fuéramos nosotros los que vivimos ahí en el lugar, pues ya nos hubieran invadido, ya nos hubieran concesionado. Entonces de que estaríamos viviendo tanto nosotros como los de la ciudad. Imagínate!

Queremos que nuestros ríos estén sanos, limpios, fluyan libremente sin ninguna contaminación y nuestros territorios sin deforestación para tener un ambiente sano y respirar un aire limpio.

 

Para el pueblo kukama, asimilamos nosotras las mujeres en la madre tierra porque ella es quien nos da el alimento, nos amamanta. Kukama significa chacra y kama significa teta, que te alimenta. Que cría a sus hijos amamantando y eso es el significado de kukama.

Por eso nosotros lo valoramos mucho en nuestra cosmovisión las plantas, los animales, todo ser tiene espíritu de gente para el pueblo kukama. La madre del río es la Purawua, que decimos, la boa más grande, esa boa gigante tiene espíritu de gente.

Para el pueblo kukama debajo del agua hay seres vivos. Gente del agua. Nosotros les llamamos Karwara. Ellos son los que mantienen a los ríos, al agua, a las cochas, le dan vida ellos. Por eso para nosotros no solamente es río, no solamente es agua, también son seres vivos que merecen ser respetados. Que merecen tener un derecho. Por eso hemos pedido que el río Marañón sea sujeto de derecho porque para nosotros es un río vivo, con seres vivos, con seres que tienen derecho a seguir viviendo para que a nosotros nos sigan dando vida, o a la humanidad y a todos los seres vivientes que viven en nuestra madre tierra.

Pero también hay contra.

Hay organizaciones que están pidiendo la reactivación de las empresas de los pozos petroleros.  Eso tampoco está bien. Quizá muchas veces por necesidad. Pero para la necesidad tenemos manos, como digo yo, ¿no?  Hay que trabajar, hay que labrar la tierra. Nosotros aquí en la Amazonia tenemos muchas cosas para hacer, para no estar mendigando, queriendo que alguien nos da.

La tierra mismo nos va a dar el fruto, el pan, todo para cubrir nuestras necesidades, pero si lo sabemos trabajar, sin dañar, sin deforestar. A esa naturaleza cuidarlo siempre. No esperar que vengan las empresa que nos den chambita. Algunas dicen, que venga la empresa petrolera para que mi esposo trabaje y tener para la olla común. No es así. No.

Hay que trabajarlo la tierra, hay que hacerlo para que otros no nos quiten. Otros vienen de otros países, lo patentan nuestras medicinas naturales y luego nos quitan y luego estamos comprando de la botica por no usar lo que tenemos. Nuestros ancestros nunca han usado medicamento de la botica, todo ha sido natural y la gente, los antiguos han vivido mas de 100 años y fuertes. La generación de ahora antes de 30 años están con dolor de cintura, de cuerpo. Mi papá va a cumplir 90 años y sigue trabajando igual.

 

La amenaza constante del petróleo

El Acodecospat (que está gestionando el reinicio del lote 8) no es dueño del Marañón y no coordina con otras organizaciones. Y el líder de esa organización no es indígena kukama, entonces no tiene derecho a decidir por la vida de miles de personas y nosotras no estamos de acuerdo con la reactivación.

Hay formas para tener energía, hay muchas formas de tener energía. Hay que cambiarlo esto. Antes cómo hemos vivido sin petróleo, sin explotación petrolera. Hemos tenido bastante comida. Todo hemos tenido y hemos vivido sanamente. No había muchas enfermedades. Sin petróleo hemos vivido mucho más mejor, pero ahora que hay petroleo estamos quejándonos, pidiendo que nos atiendan porque hay mucha deficiencia en la salud, en la educación en todo aspecto estamos totalmente olvidados y ellos no son quienes van a tomar decisiones.

Ahora que hemo logrado en favor esta demanda pues se tiene que pedir permiso porque tenemos leyes que nos amparan. Entonces hacer fuerza. Empresa que quiere trabajar que consulte con el pueblo, no con un líder, no con 3 o 4 líderes, al pueblo porque en el pueblo está la masa grande, porque el pueblo es quien va a decidir, la asamblea es quien toma la decisión, no un líder. Ellos están haciendo mal y hacen reuniones a puerta cerrada en Lima. Ellos no son nuestros dueños.

No podemos decidir unos cuantitos por miles de vidas que están en nuestras zonas. Eso está mal lo que están haciendo. Y a nosotros nos dicen antidesarrollo, intransigentes. No lo somos. Reclamamos nuestro derecho de vida que nos corresponde a cada uno de los seres humanos. Es que si irían al lugar de los hechos, hay mujeres que lloran cuando dicen que su familiar está enfermo, cuando su planta no crece por la contaminación.

Si quieren que reactive ,entonces que la empresa y el gobierno se comprometan a hacer cumplir que no haya más derrames. Que cambie el ducto. A causa de eso es que hay derrames. Más de 50 años la tubería está ahí y que nunca lo han renovado. Si quieren hacer activación que pidan el cambio de ducto en primer lugar y que la empresa asuma cada accidente y que pague la multa.

Ni siquiera han remediado los pasivos ambientales que están abandonados, eso no es justo. Nosotros que vivimos en el mismo Marañon, y los pozos están en el Samiria que es nuestro territorio del distrito de Parinari, donde estamos nosotros asentados las organizaciones ni siquiera nos han considerado, ni siquiera estamos ahí para la consulta previa. Entonces, ¿A quién están consultando? ¿A qué pueblo están consultando? Esto es realmente un abuso, un atropello, una vulneración de derechos a la población.

Por ejemplo, en las zonas, en las comunidades quién conoce a Puinamudt, ¿les conocerán a los profesionales de Puinamudt? Han ido un día a hacer una reunión en la zona. No. Eso no es justo. Otros no pueden tomar decisiones por miles de personas que toda una vida han vivido allí, desde sus generaciones han vivido ahí. Los ancestros que han protegido ese territorio hasta ahora. La generación somos nosotras y que otros vengan y tomen decisiones, eso no es justo.

Como decía una hermana, hay organizaciones cascarones que no tienen representación en su base y luego dan unos discursos bonitos. Como siempre a nosotras nos han dicho: las mujeres no hablan bien, las mujeres hablan cualquier cosa, pero nosotras hablamos lo que sentimos, lo que sufrimos, lo que vivimos, No tenemos un discurso catedrático porque no tenemos una formación universitaria. La mayoría de los líderes tenemos sólo primaria, pero igual hay que defender nuestro territorio. La mayoría nos criticaban: a las hermanas qué vienen a hablar, ni siquiera hablan bien, no saben hablar. Eso a mí qué me importa, pero yo defiendo a mi pueblo, defendemos a nuestro pueblo porque somos un grupo grandecito de mujeres que salimos a protestar y cuando hacemos paro, hombres y mujeres estamos juntos ahí, no solamente las mujeres. Nos hemos unido, no nos gusta trabajar por separado. Siempre hemos trabajado en unidad hombres y mujeres de toda edad porque estamos reclamando un derecho colectivo y pues estamos en lo mismo, no podemos estar dividiéndonos y peleando entre nosotros. Siempre hemos dicho hay que aliarnos, igual estamos yendo hacia el mismo objetivo. Cuanto más grande, cuanto más unidos, la lucha es mejor, tenemos más fuerza.