Por Camila Téckpatl

El 2 de diciembre del presente año se realizó, en la biblioteca recuperada por el pueblo de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, un foro y evento cultural para recordar la represión sufrida un año atrás por la defensa del agua, en ese entonces, elementos de la Guardia Nacional, Ejército y granaderos agredieron a las personas que se manifestaban en contra de la imposición de una obra hidráulica que canalizaría el agua de la región a otras regiones de la Ciudad de México.

Las y los pobladores de Atlapulco, autodenominados “chicuarotes”, se organizaron para detener dichas obras, ante lo cual fueron reprimidas mujeres de la tercera edad, jóvenes y niños que acudieron a manifestarse. Posteriormente la obra fue cancelada gracias a la resistencia del pueblo.

Meses después, se llevó a cabo en este pueblo la Tercera Asamblea Nacional por el Agua y la vida, en la cual se reunieron organizaciones y pueblos de distintos estados de México para dialogar y compartir experiencias de gestión y defensa del agua.

El pueblo de Atlapulco se mantiene en pie de lucha y el 27 de octubre del presente año realizaron la toma y recuperación de la biblioteca comunitaria, inmueble que el gobierno utilizaba para realizar fiestas particulares, actividad totalmente contraria al uso para el cual fue construida. Una vez más el pueblo de Atlapulco, a través de la Asamblea General Permanente, una vez más hizo valer su decisión colectiva y recuperaron las instalaciones. Actualmente se realizan talleres y actividades educativas y culturales en este espacio liberado y autónomo.

En este lugar, el pasado 2 de diciembre, hombres y mujeres de distintas edades narraron ante las organizaciones solidarias que acudieron, cómo se llevó a cabo la represión, pero, sobre todo, cómo el pueblo tomó valor para organizarse y poner un alto a la imposición del mal gobierno.

Con digna rabia y a la vez con orgullo, las abuelas y abuelos contaron cómo estuvieron al frente y sin miedo, compartieron con los asistentes la dignidad que les caracteriza y que heredaron de sus antepasados.

Atlapulco: palabra náhuatl que significa “donde revolotea el agua”, dibuja metafóricamente el carácter rebelde y determinante de sus habitantes.

Página de Facebook de la Asamblea General Permanente del Pueblo de San Gregoria Atlapulco