El pasado 26 de noviembre, en la comunidad de Santa María Zacatepec, Juan C. Bonilla, Puebla nos reunimos pueblos, organizaciones, investigadores y estudiantes que defendemos los ríos, la vida y el territorio, desde distintas geografías nos nombramos: Asamblea Múuch Xíinbal, Un Salto de Vida, Jalisco, Colectivos de defensores y defensoras de la Identidad y el Territorio de Tlaxcala, Pueblos Unidos de la región cholulteca y de los volcanes, Guardianes y Guardianas del Río Metlapanapa, Frente en defensa de la madre tierra: Morelos, Puebla y Tlaxcala,  Radio Comunitaria Zacatepec, UPVA 28 de Octubre, , investigadores y estudiantes de la universidad IBERO Puebla y BUAP, pueblos de  San Andrés Cholula, Santa Clara Huitziltepec Tlaxcalancingo, Almoloya, Calpan, Cuanalá, Nextetelco, Zacatepec, Puebla, Colima, Tetela del volcán, Atzala, Tlautla, Coronango.

Nuestros hermanos y hermanas de Tlaxcala, Yucatán, Jalisco, Puebla, Huitziltepec y la comisión de salud de Pueblos Unidos nos hablaron del desastroso panorama que el despojo y la contaminación de las empresas capitalistas han dejado a su paso, un horizonte oscuro se muestra ante nosotros si dejamos de luchar, si dejamos de defender la vida: enfermedades incurables, etnocidio, desaparición de flora y fauna, contaminación de nuestros cuerpos y nuestros territorios.

Si no luchamos, lo único que heredaremos a los que vienen será muerte y destrucción.

Dialogamos en colectivo y nombramos a quienes imponen la muerte en nuestros pueblos: las industrias metalúrgicas, químicas, agropecuarias, ensambladoras de autos, textiles, partidos políticos, caciques, corredor industrial Ciudad Textil, granja Topoyanes, Termoeléctrica de Huexca, Junghanns, Volks Wagen, Bachoco, Mercatus, Chrysley, Bonafont, Nestlé, Coca-cola, Ternium  y sus empleados: Semarnat, Cofepris, gobierno federal, estatal y municipal, CONAGUA.

Con engaños, corrupción y violencia imponen la descarga de tóxicos en los ríos, la perforación de pozos profundos para inmobiliarias, industria y turismo, disparan bombas antigranizo y lanzan yoduro de plata desde avionetas para evitar la lluvia, talan árboles, secan los campos de cultivo obligando a miles de familias a desintegrarse por la migración, promueven el consumismo y pretenden engañarnos con sus “energías limpias” que son más de lo mismo.

Ellos tienen cómplices que, desde las universidades y fundaciones llegan a los pueblos, extraen y lucran con el conocimiento de las comunidades.

Y los administradores del despojo y destrucción: las instituciones y el gobierno, reparten el agua dando preferencia a sus patrones los empresarios, reprimen a quienes defendemos la vida, provocan división en los pueblos, imponen leyes que privatizan el agua, otorgan deliberadamente concesiones a los empresarios para el robo de agua, aprueban y defienden proyectos de descarga de tóxicos en barrancas y ríos.

También hacen uso de la confusión a través de sus tramposas consultas, con la perorata de que están respetando los derechos de los pueblos. Imponen sus reglas y modos, condicionan la participación de la gente para que el resultado de esas consultas amañadas resulte a su favor. Con una consulta se “aceptó” el Proyecto de muerte Integral Morelos, con una consulta tramposa se “aceptó” la perforación del pozo de muerte que la empresa Bonafont empleó para robar el agua de la región cholulteca.

Nosotros, los pueblos, organizaciones e individuos que defendemos el agua, les decimos y les demostramos que: LA VIDA NO SE CONSULTA

En nuestras comunidades la fortaleza son asambleas comunitarias, es ahí donde se toman las decisiones que realmente benefician a todos, que realmente buscan preservar la vida. Con ellas nos defendemos y también defendemos a las asambleas mismas que, con trampas del gobierno, cooptación, compra de conciencias y empleo de grupos de choque, pretenden eliminar.

Es en asamblea donde discutimos, analizamos, decidimos y ejecutamos la voluntad colectiva por la vida. En colectivo creamos proyectos de concientización en escuelas, realizamos recorridos en nuestros bosques para reencontrarnos con el agua, con la tierra, fortalecemos nuestros usos y costumbres, así como a nuestras autoridades tradicionales y prácticas comunitarias.

Quienes nos reunimos el pasado 26 de noviembre en el encuentro de pueblos en defensa de los ríos y la vida, construimos y ejercemos nuestra autodeterminación, buscamos enlazarnos y coordinarnos con aquellos que se organizan tanto en el campo como en la ciudad porque sabemos que la guerra por el agua y el exterminio no distingue geografías.

Desde este espacio exigimos la libertad de nuestros compañeros Raymundo Cahuatzi y Saúl Rosales que fueron encarcelados por defender el territorio en las faldas de la Matlalcueyetl en Tlaxcala.

Así también hacemos un llamado a todas y todos a participar en la cuarta Asamblea Nacional por el Agua y la Vida que se llevará a cabo en Tlaxcala en marzo del 2024, desde ese espacio colectivo continuamos la lucha desde y por la Autonomía.

Porque para los ríos no existen fronteras, sigamos tejiéndonos a través de sus cauces.

26 de noviembre, Santa María Zacatepec

Encuentro de Pueblos en defensa de los ríos y la vida.