Por María Elena Aguayo Hernández

 

Maíz, Tú que eres toda bondad.

Porque nos alimentas y nos nutres desde tiempos inmemoriales.

Porque quienes te cultivan, te cuidan, te sanan son seres vivos generosos y amorosos como Tú.

Maíz que nutrió a mis ancestras  y a mis ancestros.

Teocintle, maicito niño generoso que brotas en las laderas desde hace miles de años.

Maíz generoso que nutres, alimentas a mujeres, hombres, otrexs. Que se aferran a la tierra. Porque la aman y la defienden.

Maíz de colores tantos  como los  del arcoíris.

Maíz, guardián milenario como los pueblos que velan por la defensa de los territorios.

Maíz que los dioses antiguos entregaron a los pueblos de Abya Yala  y por ello son Dignos y Rebeldes.

Maíz y pueblos milenarios que se han acompañado, compartido, escuchado, cuidado, mutuamente porque son espíritus que se entrelazan para dar Vida.

El maíz sin las mujeres, sin los hombres, sin lexs otrexs; indígenas y campesinos no puede existir. Como tampoco los indígenas y campesinos sin el maíz.

Maíz que el viento juguetón mueve, y sus esbeltas pero fuertes cañas van produciendo música, esparciendo aromas que llenan de alegría la Vida.

Maíz que alimentas no sólo a los seres humanos sino también a los animales silvestres, a los insectos que se engolosinan con tu néctar.

Maíz que has alegrado la cocina más humilde, pero también la soberbia mesa del dueño del dinero.

Maíz que defienden mujeres y hombres de los pueblos originarios, pero también mujeres, hombres y otrexs que saben que no sólo eres una semilla sino que eres una identidad, una cultura, que la ambición de una clase política cáncer del pueblo mexicano; te ha entregado a los tratados internacionales para aniquilarte.

“Sin Maíz no hay país”

Y no sólo es una frase o un momento para hacer política como lo han pretendido ignorantes, mentirosos lídercillos-as que hacen eventos folklóricos para engañar a la gente, usándote.

En realidad sin ti maicito, nos lleva con perdón de la palabra, la chingada.

La chingada comida procesada y/o transgénica que nos alimenta para enfermarnos y matarnos.

Tú, maicito te preguntarás ¿por qué los que se dicen estudiosos y científicos crean una semilla que lleva genes de animal, de vegetal, quizá también de insecto?

Y yo agregaría hasta quizás genes de algún político  y/o genes de algún empresario mezquino. ¿Para crear un maíz transgénico?  Por eso los transgénicos matan la Vida como esos políticos y empresarios que son insaciables porque son seres vacíos que destruyen la Vida.

Tal vez maicito, esos que crearon el transgénico ni siquiera sepan de Historia, de Ética, de Filosofía.

Dudo maicito que crean que Tú sonríes, que Tú tienes espíritu, que Tú cantas.

Y como dicen las abuelas, tampoco saben que Tú maicito,  tienes un Tonalli, por eso eres fuerte, resistente. Como los pueblos originarios.

Maíz, que has acompañado a los insurrectos pueblos zapatistas. Que te defienden y defienden la tierra. Ellas, ellos, ellexs. Te preparan en pozol, en pinole, en tortillas, como atole, y mucho más.

Por eso son fuertes, valerosos, dignos y rebeldes.

Tehuacán Puebla siete mil años antes de nuestra era, nos dice la Historia; que las mujeres y hombres trabajaron y trabajaron, largos años la tierra y que principalmente las mujeres se pasaban largo rato observando y observándote Teocintle y luego apartaron y volvieron a mirar lo que habían apartado y luego regaron las semillas en la tierra bondadosa y entonces fue que brotó ese ser sagrado Centeotl.  Maíz.

El Maíz, ser sagrado que crecía, espigaba, jiloteaba hasta lograr las robustas mazorcas para degustar un alimento de Dioses para sus creadores. Las mujeres y hombres de Maíz.

Fueron cientos, miles de años. Para que Tú, Maicito, alegraras la Vida en Abya Yala.

Y por toda Abya Yala te nombraron con lenguas diversas como los pueblos originarios que te cuidaron, te sembraron, te cosecharon. Pero también te sanaron y te han preservado. Porque eres de todas, todos, de todexs. Eres Vida. No mercancía.

  • Ixi’im
  • Sunuko
  • Batchi
  • Detha
  • Nuní …

Es un crimen que el trabajo de generaciones y generaciones de mujeres, hombrexs y otrexs se lo quieran apropiar las empresas o un tratado de comercio, o un convenio comercial.

Más aún, es un crimen liberar transgénicos que matan la biodiversidad, la Vida.

Tú, maicito, Maíz, semilla milenaria, no eres una mercancía. Eres Vida, Cultura, Economía, Filosofía, formas de organización y de gobernarse  de los pueblos originarios que defienden la Tierra. La Madre Tierra y Todo lo que hay en ella.

El Maíz es alimento sagrado. Alimenta, nutre sanamente el cuerpo y el espíritu. Memoria milenaria que no se vende, se cuida y se defiende.

Y estoy de acuerdo contigo, Maicito:

 

  • No más despojo de las tierras de los pueblos originarios
  • Fuera empresas textileras, agroindustria, maquiladoras del territorio nacional
  • Fuera empresas extractivistas del agua.
  • No más actividades económicas del sistema capitalista.
  • No a los monopolios de semillas y agroquímicos: Basf, Bayer, Dow, DuPont, Monsanto y Syngenta. Responsables de la pérdida de la biodiversidad, y las enfermedades que padecen cientos de personas, principalmente las, los, lexs jornaleros agrícolas.

 

“La Tierra es de quien la trabaja, la ama y la defiende”

“Sin Maíz no hay país”.

¡Alto a la guerra en contra de las comunidades zapatistas y los pueblos originarios!

¡Desmilitarización del país y desarticulación de los grupos delincuenciales!

¡Respeto a la autonomía de los pueblos originarios!

¡Ni Perdón  Ni Olvido!

¡Hasta que la Dignidad y la Justicia se hagan costumbre!

 

 

7 de febrero de 2024