Por: Pepe Mejía, desde Madrid
El pasado domingo 25 de mayo alrededor de 200.000 personas se manifestaron por las calles de Madrid para exigir que la sanidad no se vende, se defiende y “nada a la privada”.
Los y las manifestantes han exigido una sanidad pública «universal y de calidad» y han reclamado que este derecho «siga siendo de todos y no sólo de quienes pueden pagarse un seguro». “Por encima de todo está la sanidad. No se puede recortar a la pública para dársela a la privada. Nadie se puede quedar excluido. Se necesita más accesibilidad y más recursos” ha manifestado una enfermera del Centro de Salud Daroca.
La manifestación fue convocada por la plataforma ‘Vecinas y Vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid’, que reúne a más de cien asociaciones vecinales, plataformas y entidades. Bajo un fuerte calor los y las asistentes han comenzado a marchar desde cuatro columnas diferentes -plaza del Doctor Marañón (norte), Atocha (sur), Hospital de La Princesa (este) y plaza de Callao (oeste)- que se han encontrado en la plaza de Cibeles, donde estaba ubicado el escenario desde el que se ha leído el manifiesto en el que se denuncia “el abandono deliberado de la Sanidad Pública madrileña por parte de la Comunidad de Madrid […] Una sanidad que nos pertenece a todas y a todos, pero que el Gobierno del Partido Popular está desmantelando para convertirla en un negocio privado”.
Durante la movilización en la que han participado personas mayores pero también jóvenes, mujeres y niñxs se han escuchado consignas como “manos arriba, esto es un atraco”, “La lucha de hoy los derechos de mañana”, “Recortar sanidad, corrupción mortal”.
También se han exhibido pancartas con lemas como “Ayuso, la que nos roba la salud”.
Diversos colectivos han marchado al son de batucadas, silbatos y bocinas para hacer resonar el mensaje en un ambiente festivo y reivindicativo, y también acompañadas del gran muñeco llamado “La Pinocha”, que reproduce la imagen de Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, cuyo novio ha sido beneficiado de presuntas comisiones recibidas de manos del grupo Quirón, la principal empresa beneficiaria de la privatización de la sanidad.
“Una sanidad que nos pertenece a todos y a todas, pero que el gobierno del partido popular está desmantelando para convertirla en un negocio privado”, se ha dicho desde el escenario en la plaza de la Cibeles.
En un Manifiesto leído al finalizar la movilización se ha pedido la revisión de las privatizaciones, más financiación para la sanidad pública, centros de salud y hospitales con personal suficiente, pediatras para todas las niñas y niños, urgencias extrahospitalarias con médico/a y fin de las listas de espera además de la mejora de las condiciones laborales del personal sanitario
Según un informe elaborado por el sindicato AMYTS y la plataforma AP Se Mueve, en los 267 centros de salud de la región faltan 3.812 médicos y 983 pediatras, lo que deja sin profesional asignado a unas 764.000 personas. Además, más de 1.018.000 pacientes aguardan en listas de espera para una intervención, una prueba o una consulta, lo que supone más del 14% de la población madrileña.
Según el diario Público, la marcha ha recordado con un minuto de silencio a los 7.291 mayores fallecidos en residencias públicas de la región madrileña sin atención médica durante la primera ola de covid-19. La imputación de dos ex altos cargos de la Comunidad de Madrid por los protocolos de no derivación ha sido considerada otra victoria de la movilización ciudadana por una sanidad pública y de calidad.