Unión Popular Apizaquense Democrática e Independiente, UPADI

Estado de Tlaxcala, México 

Por: María Blanco

Con nuestros niños de la mano y las mochilas a cuestas llegamos a la asamblea semanal de la UPADI un miércoles por la noche. Más de ochenta personas están reunidas en el local y al fondo se ve una mesa cubierta de plantines de árboles que entre ellos se reparten para ir sembrando por la ciudad. Preguntamos a la asamblea si nos podemos quedar unas semanas, nos aceptan y en los días consecutivos nos llevan a entrevistar a los miembros de la UPADI en mercados y calles*.

Junto a los compañeros Piñón y Jorge visitamos el mercado 12 de Mayo, el mercado Guadalupe y la Plaza Guadalupe. La compañera Eva nos lleva por las calles de Apizaco a conocer a los vendedores ambulantes que conforman la organización. Conocemos a carniceros, vendedoras y vendedores de frutas, de pan, de ropa, de pescado, de verduras, de abarrotes, de tortillas y tacos, de aretes, de nueces, de nieves, de juguetes y de flores. Cada compañera y compañero nos regala con cariño de lo que vende, unos panes, unas uvas, unos tacos o unas nieves. “Esta es la solidaridad”, dice mi hijito.

“UPADI es, como el nombre lo indica, independiente”, cuenta Jorge, que tiene su tienda de chompas en el mercado. “No dependemos de ningún partido político. Nos reunimos con el apoyo de cada uno de nosotros y cumplimos 35 años de organización precisamente porque nos regimos por los valores de mandar obedeciendo, de no lucrar. Los miembros de nuestro concejo no reciben sueldo y no obedecemos lo que diga el concejo o lo que diga una persona, nos regimos por lo que diga la asamblea.”

“Estamos en la organización porque estamos en contra del mal gobierno y unidos somos fuertes. Así hemos logrado muchas cosas. Los miembros de la UPADI pagamos hasta una décima parte de lo que pagan los demás por el predio,” nos dice Eva, vendedora ambulante de aretes y coordinadora de los vendedores ambulantes.

“¿Y por qué no se unen todos a la UPADI?,” preguntamos.

“Los que no se unen dicen que es demasiado asistir a asambleas una vez por semana, sienten que pierden el tiempo y que mejor deberían estar vendiendo. Pero no se dan cuenta de los grandes beneficios que trae estar organizados. Actualmente somos más de doscientos”.

Agustín y María Guadalupe, vendedores de fruta del mercado 12 de Mayo nos comentan: “En la escuelita de la organización hemos aprendido como hablar, a perderle el miedo a las autoridades y a los altos mandos. A nivel de estado tiene peso y presencia nuestra organización. Estamos en la lucha constante contra el gobierno, estamos para apoyarnos, que no nos vean solos”.

En 1989 UPADI surgió en protesta frente al hecho de que el presidente municipal subiera los precios de los predios según una arbitraria e inventada “tabla de valores” a un 3000%. De haber pagado 18 o 20 pesos los pobladores de pronto tenían que pagar entre 600-700 pesos. A inicios de los -90, la organización, que en ese entonces estaba conformada por muchos ferrocarrileros, cerró todas las avenidas que entraban a Apizaco en total bloqueo de carreteras. El presidente municipal lloró y se llegó a un acuerdo en forma de convenio: no pagar el predial según la tabla de valores, si no como antes. También se logró que bajaran los precios del agua y otros servicios. La organización tenía una brigada de reconexión de agua con el compañero Rozales, quien andaba en bicicleta apoyando a las familias a quienes el municipio les había cortado el agua.

Apizaco, que inicialmente era una ciudad fundada al borde del ferrocarril, cambió mucho al cerrarse éste. La mayoría de los que habían sido ferrocarrileros empezaron a trabajar en el comercio local como vendedores ambulantes o teniendo un puesto en uno de los mercados de la ciudad.

UPADI es única porque entre sus miembros cuenta con vendedores ambulantes y con vendedores de mercados. Muchas veces suele haber conflicto y rivalidad entre ambos grupos, pero en UPADI se sabe que el municipio intenta poner a los unos contra los otros para dividirlos y poder controlarlos y que el pueblo tenemos todas las de ganar si estamos unidos. Los ambulantes que están en la organización han logrado que el municipio respete sus puestos de trabajo y que la policía ya no les corra. “Si alguien tuviera algún problema, de inmediato se unen los compañeros y hacemos fuerza”, dice la compañera Eva.

“A mí nunca me ha gustado que alguien me mandara, yo siempre estaba solo, no me gustaban los líderes”, cuenta el compañero Piñón, vendedor ambulante de tacos. “Un día un amigo ambulante me dijo: Vente con la UPADI, que aquí no hay jefes ni jerarquías, aquí hay un concejo, el cargo es rotativo y nuestro lema es servir y no servirse. Fui a ver y me gustó. Desde ese día nunca más los municipales me corrieron ni me volvieron a molestar. Estoy re bien aquí. Yo y mi esposa hemos estado tranquilos”.

Luego de casi 3 años de lucha, UPADI logró sacar de la ciudad a la empresa privada de recojo de basura, que por negligencia había dejado que la basura se amontone.

Buscando la unidad del pueblo contra las arremetidas de los presidentes municipales de turno, UPADI en varias ocasiones se ha juntado con otras organizaciones para hacer fuerza, una de ellas es la organización campesina CENUC (Concejo Nacional Urbano y Campesino). En 1995, 2001 y 2007 UPADI, CENUC y los transportistas lograron impedir que el terminal de las combis se moviera del centro de la ciudad a las orillas, lo que afectaría la economía familiar tanto de los campesinos de los pueblos cercanos como de los comerciantes, ya que los que vienen de pueblos tendrían que pagar dos pasajes y no tendrían el mismo presupuesto para sus compras en Apizaco.

En otra ocasión la UPADI se unió a las compañeras campesinas del CENUC y a las trabajadoras sexuales para luchar contra la implementación de una zona de tolerancia. Zonas de tolerancia son zonas donde se concentra la prostitución y otros negocios relacionados con la industria del sexo. “Las mujeres hicieron una encuesta y un foro estatal señalando que una zona de tolerancia implicaría la presencia de padrotes, trata de mujeres, incineradores para desaparecer a las mujeres que ya no les sirvan, drogas y narcos. La fuerza de esta organización conjunta logró impedir la zona de tolerancia”, nos cuenta Luz, activista que ha venido acompañando a la UPADI desde sus inicios.

UPADI también ha luchado contra las grandes empresas transnacionales. En 1997 logró que Rohman-Hass, empresa de químicos altamente contaminantes, se clausurara y se retirara de Apizaco. Hoy los miembros de la UPADI han sembrado árboles en ese terreno. Durante muchos años la organización trató de convocar a la población de Apizaco para luchar contra la Coca-Cola, que se apropió de manantiales de agua en Apizaquito, robándole agua al pueblo.

“La Coca-Cola no paga por el agua, pero con sus pozos profundos se va robando el agua de nuestros hijos y nietos. UPADI hemos ido a protestar contra la empresa, pero lamentablemente el pueblo en su conjunto aún no está dispuesto a dar la lucha para sacar a la empresa por miedo a enfrentarse al gobierno. Pero si la gente no nos enfrentamos con el gobierno ellos siempre nos van a pisotear”, explica el compañero Félix, vendedor de frutas en el mercado.

“El penúltimo presidente municipal de Apizaco, Julio César Hernández Mejía, no quería aceptar que la UPADI se rigiera por el principio zapatista de que EL PUEBLO MANDA Y EL GOBIERNO OBEDECE” cuenta Josefina, quien nos cobija en su casa y es vendedora de Tacos y tortillas en su tienda particular. “Se negaba a firmar convenios y su objetivo era desbaratar a la organización. ¡Pero como la UPADI no se rendía y estábamos fuertes y unidos, al final de su administración tuvo que firmar los convenios en el mismo local de la UPADI, frente a todos nosotros”!

*Al año de la muerte de Hugo Blanco, Lucha Indígena decidió iniciar un recorrido por los pueblos y resistencias del Abya Yala. Lo hacemos a manera de recordar a Hugo y honrar su memoria, porque Hugo era internacionalista y profundamente convencido de que la solidaridad entre los pueblos es fundamental para las luchas. Lo hacemos de la mano y abrigados por la comunidad de los pueblos, procesos, movimientos y resistencias, de luchadoras y luchadores que, como el mismo Hugo, incansables e incorruptibles, creativas y resilientes, son el espíritu y corazón de esta humanidad. En Lucha Indígena, fundada por Hugo, compartimos las luchas y aprendizajes que vamos conociendo en esta travesía por el Abya Yala.