Por Claudia Torres, Mujeres y la Sexta.
La Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO) ha puesto en peligro la vida de Bases de Apoyo del EZLN de la Resistencia, Gobierno Autónomo Local (GAL), de la Región Autónoma Moisés y Gandhi del Caracol X Patria Nueva.
La violencia ha llegado al extremo de amenazar la vida de los pobladores y han tenido que abandonar su comunidad y desplazarse a un lugar más seguro, 18 personas adultas y 10 niñas y niños. Quemaron la escuela primaria, los libros, los alimentos y la siembra.
Los malos gobiernos de los tres niveles permiten y solapan las acciones criminales de la ORCAO.
Estás tierras despojadas a Bases de Apoyo Zapatistas y que fueron recuperadas en la “Guerra contra el Olvido” seguramente serán reconocidas por los malos gobiernos a nombre de los paramilitares.
La clase política, sus fuerzas represivas regulares e irregulares, la oligarquía nacional e internacional, grupos del crimen organizado y no organizado actúan concertadamente contra el pueblo organizado.
Asimismo, ocurre en Ostula con la cara del cartel Jalisco nueva generación (CJNG), que ataca con ferocidad al pueblo y a su guardia comunal.
Pronto veremos si la autoridad en Chiapas les reconoce la propiedad a los paramilitares y los integra a uno de los programas más devastadores que devoran las tierras en México y, sobre todo en Chiapas: Sembrando vida. En realidad, lo que siembran es muerte.
¿Pero qué hace el «papanatas» de López Obrador ante todas estos abusos de los paramilitares y sus secuaces? … ¿Donde está el Subcomandante Marcos y su revolución zapatista?